viernes, 24 de octubre de 2008

El comienzo

Me llamo Guido Insúa, soy argentino, y tengo un don.
Durante un tiempo malgasté mi destreza en callejones sin salida; ahora, luego de haber descubierto el verdadero motivo, la esencia, me preparo para dar forma a mi futuro, y al de muchos.
¿Quién soy? ¿Qué soy? Bueno, en principio, aunque esta introducción parezca la de un superhéroe que está a punto de revelar sus poderes, no soy más que un humano, con todas sus falencias, con algunas destrezas (la frase es de Borges) y muchos defectos acentuados, descubiertos, y otros tantos que se revelan con el tiempo. Sin embargo, acá estoy, a punto de revelarme, de conducirlos hasta el momento en el que la gran olla de mi cerebro exploté en delirios, pero sobre todo en certezas. Por qué ahora, se preguntarán algunos, bueno, supongo que para anunciar el final es preciso recorrer mi pasado. Y si dejo testimonio en esta incierta red, es sólo una manera más de protegerme y esquivar algunas mentes peligrosas. Me protejo, sobre todo, de ustedes.
Empiezo, entonces, por el principio. Soy Guido Insúa, y tengo un don: soy inventor, de lo que sea, y dentro de muy poco tiempo les mostraré, así como el mago convierte el aire en palomas, el invento definitivo, aquél con el que todos soñamos en cada momento de nuestras prosaicas vidas.